Corazón gastado
Ahora que sabía que ya nada
importaba, ahora que sabía que nadie la extrañaría se decidió abandonar el
lugar sin decir nada. Así eran las
cosas, no había nada ni nadie que contestase o esperara. Nada ni nadie podía doblegarla.
Con lo poco que tenía se fue
lejos de todos para no regresar jamás.
Harta de sentirse vacía se fue, pero ella los dejó primero esta vez, ya
no quería sufrir.
Vagó por muchos lugares, el
primero fue su interior. Sufrió en
silencio, tuvo miedo, pero no volvió. Conoció
lugares oscuros, pero nada más vacío que el lugar de donde venía.
Se emborrachó con los más
borrachos, se prostituyó, corrió carreras sin final, nadó en mares olvidados,
se escondió bajo los puentes, conoció personas del inframundo, pero nada se comparaba
a todo eso que ya había vivido. Aquí no
había afectos.
Vagó sin encontrar soluciones,
sólo más y más problemas. Vivía sin querer, porque el corazón seguía
latiendo, gastado, gastando energía sin sentido. Hundida en su depresión no podía ni
levantarse. Y perdió lo poco que tenía. Se perdió a sí misma, se perdió en ella. Este
mundo lleno de gente y ella tan sola… Por eso, ahora que había perdido todo, ahora
que todo importaba menos que antes, decidió hacerlo. Y aunque muchos fueron los que la lloraron,
ella nunca lo supo. ¿Por qué había que
morir para estar más cerca?
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